martes, 24 de enero de 2012

Maupassant

Para Guy de Maupassant (1850-1893) también escritor de interesantes novelas, el cuento fue el instrumento idóneo para construir un mundo literario homogéneo, marcado por situaciones que se desarrollan narrativamente con precisión y brevedad, caracterizadas por la concurrencia de pocos personajes, mediante un estilo conciso y muy expresivo. Aunque es difícil intentar reducir a un esquema temático un panorama de cuentos tan abundante y diverso como el que presenta el autor, puede decirse que presenta escenas cotidianas de la vida, pero no las copia, sino que intenta dramatizarlas, relata siempre un incidente curioso pero no inverosímil con el número justo de detalles para hacer claras las circunstancias del caso. En sus cuentos aparecen temas como la vanidad, el adulterio, el deseo de poder o de dinero etc. El primer cuento importante de este autor y con el que alcanzó notoriedad fue Bola de sebo, a este, le seguirán otros muchos como La herencia, la Señora Hermes, La muerta o El colla.
Maupassant murió murió a los 43 años, tras una larga enfermedad que determinó su ingreso en un sanatorio psiquiátrico, donde permaneció durante año y medio sumido en la locura hasta que sobrevino el fatal desenlace. Hoy en día se reconoce a este discípulo de Flaubert, la importancia en la creación del cuento del siglo XIX y su influencia en autores tan importantes como Chejov, Clarín o Emilia Pardo Bazán
El collar apareció por primera vez publicado en Le Gaulois del día 17 de febrero de 1884,y a continuación formó parte de la antología Contes du jour et de la nuit (Cuentos del día y de la noche).

Chejov

Antón Chejov ( 1860-1904) logró el reconocimiento a su labor literaria en vida y así grandes escritores y artistas como – no solo rusos- le profesaron una gran admiración. Chejov, médico de profesión comenzó a escribir pequeñas historias firmadas con pseudónimos distintos en publicaciones periódicas. Escribió alrededor de doscientos cincuenta cuentos y novelas cortas, pero además fue un gran dramaturgo con obras que ocuparon un puesto de honor en el teatro ruso, antes y después de la revolución bolchevique. Sus piezas teatrales fundamentales son La gaviota (1896), El tío Vania (1898), El jardín de los cerezos(1904), y Tres hermanas.

Los primeros cuentos de Chejov fueron, en su mayor parte, humorísticos. Los escribió con suma facilidad; los escribió, según confiesa, "como canta un pájaro", y no les dio importancia, pero en sus mejores relatos y piezas teatrales subyace siempre una preocupación sincera por la deriva moral, cívica y cultural en la que se hallaba sumida la sociedad rusa. Chéjov en Vanka y en muchos de sus cuentos, supo elegir la vía del artista que se implica en el trabajo mismo, desapareciendo del texto, dándole un final abierto, presentando la realidad tal y como él la veía pero en su forma literaria, quizá poniendo a veces el acento en su lado más sórdido y absurdo, pero precisamente para que fuera el lector quien se sintiera zarandeado y apelado a cambiar algo al reconocerse en el cuento o reconocer una situación determinada ( el trabajo infantil en el cuento que nos ocupa). En sus cuentos no hay grandes héroes ni aventuras exóticas, sino personajes comunes como Vanka, el pequeño de nueve años a quien la sociedad y el trabajo le ha robado la infancia.
El lector ruso de inicios del siglo XX consideró a Chéjov el escritor más grande de su tiempo, el mejor y más sutil conocedor del alma rusa, quizá sólo un escalón por debajo del amado Pushkin. Chéjov fue muy leído por los cuentistas españoles de la generación del medio siglo, o en los hispanoamericanos como Horacio Quiroga o Julio Cortazar. Más recientemente, Ana María Matute, galardonada con el Premio Cervantes en 2010 confiesa que Chejov fue uno de los autores que le abrieron las puertas del mundo literario y que Vanka es uno de sus cuentos favoritos.
Músicos como Rakhmaninov

Poe

Edgar Allan Poe Boston, Estados Unidos, 19 de enero de 1809/ Estados unidos, 7 de octubre de 1849) vivió apenas cuarenta años, en los que dejó una importante obra literaria. Desde joven se caracterizó por un inmenso talento y una imaginación sombría, que iba de la mano de tendencias depresivas y una fuerte afición al alcohol y a las drogas, cultivó tanto la narrativa como la poesía, siendo su obra más importante, El cuervo, y el ensayo, respecto a este último hay uno llamado Hawthorne, especialmente importante para el tema que nos ocupa ya que en él, Poe desarrolla una verdadera poética de la narración corta: Todos sus cuentos tienen en común ser historias que atrapan y funcionan con exactitud. El buen cuento, según estas reglas, debe ser breve ("leerse de un tirón", diría Poe), impactante por su tema y su atmósfera oscura, intenso por el orden o el modo en que se cuenta la historia (lo que hoy se llama "tener suspense") y efectista por el final. El cuento se convierte de este modo en una estructura cerrada y compacta, donde cada parte, cada palabra, debe ocupar su lugar exacto al servicio de una lectura intensa que cause una gran impresión en el lector.


Poe es mundialmente conocido por los relatos de misterio, policiacos y de terror que fueron recopilados en laobra Cuentos Completos que se fueron reuniendo a lo largo de su vida, entre los que destacan entre los cuentos de terror destacan El pozo y el péndulo, El gato negro, La cita, William Wilson, El Hombre de la multitud, Manuscrito hallado en una botella, La caja oblonga, La verdad sobre el caso del señor Valdemar o los policiacos como Los crímenes de la calle Morgue. En los primeros relatos se aprecia la influencia de la metafísica, el interés en demasía por el terror y la preferencia por el análisis. Es por ello que en los cuentos, el autor explica al detalle la planificación de cada crimen o el motivo de la muerte de alguno de los personajes. En los relatos finales, el gusto por el terror ya no es evidente, sino que Poe prefiere dar a conocer sus indagaciones del pasado y el futuro. Los cuentos muestran según los estudiosos muchas de las obsesiones del propio autor, como la muerte.